Ordenando la colección (I)

Hace tiempo que quería reordenar la colección, incorporando a la vitrina una estantería superior para solucionar un problema: la profundidad de la misma.

Mi vitrina tiene espacio para cuatro hileras de figuras, por lo que las dos últimas no se lucen a menos que se pongan a mayor altura. Hasta ahora emparché esto usando un gran número de cajitas de acrílico, de las que se usan para guardar tarjetas personales. Como hay de varias alturas, me eran muy útiles, sobre todo porque son transparentes.

El problema es que se requieren muchas, no tengo suficientes y la última fila seguía sin ser muy visible. Así que cuando encontré este trozo de telgopor, decidí utilizarlo, ya que tiene medidas casi perfectas.

La parte superior de la vitrina, en proceso de desarmado.

Una vez sacadas las dos filas traseras, noté que era un poco más angosto de lo que necesitaba, pero bueno, a caballo regalado... Después veré cómo lo soluciono: el tema es que no queda nada mal. Aquí les dejo el proceso de rearmado de la vitrina:

En las esquinas, puse un par de cajas de acrílico para
elevar todo lo posible la figura que queda libre, ya que
la pieza de telgopor no es tan larga.

Del otro lado hice lo mismo, dejando dos escalones
para dos figuras.

¿Quedó bien? Sí, quedó mejor que antes, pero tengo mis dudas. Además de que quede corta (algo que se puede solucionar fácil, encontrando dos trozos de telgopor para tapar esos huecos), me da la sensación de que las dos superiores no se diferencian entre sí. De hecho la cuarta hilera está muy cerca del techo de la vitrina; me gustaría que el espacio vertical entre la segunda y tercera hilera fuera menor. Estoy trabajando en eso; lo más probable es que arme, con otros pedazos de telgopor, una tarima que sirva para elevar más la segunda hilera. Mientras tanto, la cuarta será elevada un poco más usando cajas de acrílico que espero conseguir pronto. Y así dejaré lista esta estantería y pasaré a la siguiente.

Se preguntarán por qué utilizo telgopor... no me gusta el color, me gustaría poder usar acrílico, pero es muy caro. Además, necesito un material liviano, porque las estanterías son de cristal y no quiero sobrecargarlas con madera ni nada similar. El cartón también podría ser una buena opción, pero requiere algo más de trabajo: si encuentras una pieza de telgopor de cierto tipo, es mucho más fácil cortar y pegar, y a veces ni siquiera tienes que cortar nada, como en este caso.

Reforzando las estructuras (I)

Como algunos sabrán, en Argentina es época de vacaciones (o sea que no trabajo) pero por otra parte, hubo una ola de calor tremenda, de temperaturas que rozaban los 40 grados, etc.

Pero antes de que llegara ese calor, comencé a tomarme tiempo para alejarme de la computadora y reforzar algunas de las figuras que había dejado algo abandonadas.

Esto incluían algunas que no tenían columnas o sistemas de sujeción endebles, para evitar que se siguieran cayendo o que el calor las deformara. Es época de caídas, cuando esos piecitos de goma se doblan...

En fin, que en un ratito arreglé a estos cinco malcriados:

Aprendí a reducir más el tiempo que se requiere, y ahora en una media hora puedo arreglar a tres o cuatro.

Estoy empezando a hacer esto con otras muchas figuras, para mejorar su pose y evitar caídas. pero también el calor me enseñó otras cosas. Les contaré en la siguiente entrada.

Priorizando colecciones y conociendo gente

Como lo había adelantado hace ya unos meses, puse a la venta mi pequeña colección de figuras de Star Wars. Sin embargo, después de un tiempo de dudarlo, decidí sumar también los cuatro clone troopers que había decidido quedarme. Los veía muy tristes en la estantería y habían perdido el brillo sin las otras figuras que los acompañaran.

Así que ahora están en el hogar de un aficionado a SW que los apreciará tanto como yo. El dinero recaudado con esa venta, más la que hice con otras figuras de esa mini colección, me permitieron pagar por completo la compra de un artículo MUY ESPECIAL de la línea de JLU, que voy a reseñar en unos días, si no me olvido. De manera que la nueva metodología ya se justificó. Con algunas otras ventas en estas semanas, espero poder ahorrar para algunas compras más, sin tocar mucho mi todavía delgado bolsillo.

Sólo quedaron estas, y espero que por poco tiempo.

Esta es una noticia. La otra es que justo con esta compra y esta venta he ingresado en un grupo de coleccionistas locales en donde hay muy buen ambiente y camaradería, que se reúne regularmente y que me está permiendo comprar y vender cosas que hasta hace poco hubieran parecido casi imposibles. Por un lado, es bueno porque puedo vender cosas que tenía casi perdidas, olvidadas en viejos cajones, y que otras personas aprecian mucho. Por otro lado, está empezando a ser una fuente de tentaciones cuando aparecen buenos precios y colecciones en las que me encantaría meterme. En definitiva, es muy positivo, y tendré que aprender más autocontrol.