sábado, 28 de noviembre de 2015

Colecciones y coleccionistas

En la entrada anterior comentaba cómo un artículo me había ayudado a pensar ciertas cuestiones sobre cómo administrar mi colección, y en general sobre los problemas que algunos tenemos al coleccionar y acumular muchas cosas.

Compartí ese artículo en una página de FB de coleccionistas de figuras de acción. El otro día uno de los miembros del grupo hizo referencia a mi publicación y comentó algunos de sus problemas al respecto: básicamente, la situación (que muchos aceptamos haber pasado) de ponernos mal por haber perdido una subasta, por no haber podido comprar una figura, etc. En pocas palabras, cómo a veces el coleccionismo, que debe ser algo bueno y positivo, te "arruina" la vida un poco porque se puede volver en una obsesión, en algo incontrolable, en la compra indiscriminada de cosas que a veces no valen la pena el esfuerzo ni la bronca que generan. Otro usuario comentó también la tentación, que a veces sucede, de querer comprar todo a la misma escala, sin mezclar series de personajes (aunque estén en la misma escala), y esa necesidad obsesiva del completismo y del tener todo parejo, sin ninguna figura apenas diferente.

Nos quedamos charlando un poco al respecto y luego alguien más sacó otro tema a relucir, en un posteo separado. Lo comento acá porque, como verán, me hizo reflexionar de nuevo sobre mi colección, sobre el coleccionismo en general y otros temas.

Esta persona posteó el siguiente video, que cuenta mucho sobre las copias truchas de Legos, los aquí tan conocidos "leles", que pululan por kioskos, jugueterías, comiquerías y otros tipos de negocios minoristas. Bueno, pues en México también están, los venden en condiciones todavía peores... si pueden véanlo. Dura una hora, pero se lo puede escuchar de fondo, no es necesario estar mirándolo siempre.




Por si no lo vieron, algunas de las cosas que comenta el autor (que tiene una tienda en donde vende Legos originales y que además los colecciona) son las siguientes:
  • la piratería hace mal a los consumidores, porque impide que las marcas oficiales importen o fabriquen ciertos modelos ya que saben que el mercado está saturado de copias piratas.
  • el consumidor también se perjudica porque compra copias piratas que no tienen standards de calidad (por ejemplo materiales frágiles o pintura tóxica) y a un precio muy inflado. En China valen centavos de dolar pero mientras pasan de mayorista en mayorista el precio se sube exponencialmente y al final terminan alimentando a una gran maquinaria de economía informal, ilegal y sin códigos.
  • una cosa es un bootleg coleccionable, como los hechos hace ya varios años en ciertos países cuando no se podían comprar los derechos, que las copias chinas actuales. Los primeros eran obras casi artesanales, hechas en bajas cantidades y que por eso son coleccionables, mientras que las actuales se hacen de a cientos de miles, a muy bajo costo y peor calidad.
  • el que colecciona este tipo de copias piratas (siempre hablando de los Legos) se engaña al pensar que tiene completa una colección si esta tiene copias que no son legales, y al final del día, es un looser.
Es recomendable ver el video por lo divertido e instructivo que es. Pero me quedo con el punto final. No creo que el autor haya querido descalificar a todos los coleccionistas que incluyen obras piratas en sus colecciones. Creo que se refiere, en este caso, al que presume falsamente de tener colecciones completas que en realidad esconden copias ilegales, y que busca sacar provecho o prestigio de esta situación. Ese sí es un looser, porque básicamente es un mentiroso.

La cuestión es que el coleccionista que hizo el video se alegra mucho por su colección, compuesta exclusivamente de Legos originales. Comenta que quiere comprar algunos que son realmente muy caros, obras exclusivas de convenciones que salen muchos dólares, y que piensa ahorrar durante un buen tiempo antes de comprarlos. Veo entonces por qué detesta tanto a los que invierten mucho menos dinero y luego andan diciendo que tienen colecciones enormes.

Desde ese punto de vista, dos colecciones hipotéticas, una original, otra trucha, son diferentes. De hecho, son opuestas. Pero creo que todo depende de cómo miremos la cosa. Porque para alguien con menos entusiasmo, menos dinero o menos ganas de gastarlo, son igualmente válidas.

Aquí es donde entró mi reflexión. Como comenté en la entrada anterior, empecé a coleccionar figuras de Star Wars. Y compré algunas copias truchas, básicamente porque eran muy económicas y porque no encontraba las originales; además no hubiera tenido dinero para comprarlas. Desde ese día hasta ahora compré, además, dos figuras más, originales, pero a un precio casi de regalo ya que una tenía una mano rota y pegada, y otra tenía un pequeño faltante.

O sea, estoy juntando copias truchas con piezas originales, algunas impecables y otras con piezas rotas. ¿Soy un hereje?

Seguramente habrá quien se pueda escandalizar. Pero yo no lo veo como algo negativo. Es cosa de recursos, de ganas, de cómo queremos encarar el hobby.

Conozco personas que gastan pequeñas fortunas en figuras o estatuillas preciosas, tremendas. Cosas tan caras que, aunque yo tuviera el dinero, nunca las compraría. No sé de donde sacan el dinero y las ganas de gastarlo así. Cuando era niño mis padres nos dieron muchos juguetes de todo tipo, pero el dinero nunca sobró en casa. Muchos de ellos nunca pudieron ser comprados y con mi hermano fuimos educados para cuidar lo que teníamos. A lo mejor por eso todavía tengo tantas cosas con las que puedo jugar. A lo mejor, por eso me da escalofríos gastar más de 400 o 500 pesos en una figura, aunque esté nueva y en blister. Soy un lector empedernido y adicto a muchos temas, incluyendo los comics, la ciencia ficción, la fantasía, los juegos de rol, la historia... ¡con ese dinero puedo comprar muchos libros, o uno muy grande y costoso!

¿Qué puedo decir de mi pequeña colección de leles de Star Wars? Me gustan, son bonitos, ocupan poco espacio (algo que ahora tampoco me sobra; de hecho, me falta) y me permiten recordar a los personajes principales de las películas. Tal vez el día de mañana pueda jugar con ellos con mi hijo o mi hija. No puedo pedir más.

Mientras tanto, sigo colecciones diversas y no busco ni el completismo, ni los blisters o figuras impecables, ni una perfecta originalidad en todas las figuras. Sí me preocupa un poco mantener líneas similares y el tema de la escala, pero no demasiado. Por ejemplo, mi colección de las naves de plomo de Star Wars incluyen principalmente vehículos de la trilogía original pero también algunas de las otras películas. Lo mismo con mi colección de figuras de acción. Tengo dos Tortugas Ninja que son bootlegs perfectos de NECA y voy por las otras dos. En mi colección de JLU no hay nada pirata, pero pronto habrá dos customs y estoy pensando en repintar algunas figuras que tengo con algunos detalles más o menos grandes.

En definitiva, esto es un torpe manifiesto anti-elitismo. Que el que tenga mucho dinero para comprar cosas caras, que lo haga y sea feliz. Y que el que no tenga ese dinero, o no quiera gastarlo en ese tipo de cosas, que compre figuras más económicas y las disfrute igual. Que cada uno coleccione como sea: en la misma escala o en diferente escala, en blister o usados, mezclando copias con originales o comprando todo original... en definitiva, son todas variantes de lo mismo. No seamos elitistas, porque cada uno es un coleccionista diferente, su colección es diferente y nada ni nadie nos puede obligar a tomar un cierto camino.

martes, 13 de octubre de 2015

Administrando una colección

Hoy, por casualidad, encontré esta entrada de uno de mis sitios de cabecera, en donde el autor comenta algunas de las cosas que le han pasado recientemente como coleccionista. Les recomiendo su lectura, sobre todo si saben inglés.

Básicamente lo que comenta es que, con el tiempo, su colección creció tanto que empezó a tener problemas para mantenerla. "Salir a cazar" las figuras era más entretenido que tenerlas, por lo que, luego de completar una serie de figuras, el exhibirlas no se disfrutaba tanto. Por si fuera poco, el espacio se le quedaba chico, porque iba terminando de ocupar los sitios más evidentes. Su dilema era saber si estaba pasando de ser un coleccionista a un acaparador.

Este problema del Primer Mundo (difícilmente un coleccionista argentino, o latinoamericano, de figuras de acción podrá hacer lo que hacen los yanquis o europeos, con mejores precios y más dinero) me tocó en lo personal porque yo también en estos meses estuve, como ya saben, cuestionándome algunas cosas acerca de qué camino seguir como coleccionista, principalmente de figuras de la JLU, pero también como coleccionista en general.

El problema en sí no es tanto el dinero (que no tengo mucho, pero con ingenio y contactos en las comiquerías, uno descubre ofertas, descuentos y la capacidad de señar y reservar cosas), sino qué privilegiar, qué comprar primero cuando tienes poco dinero, y también donde diablos poner esas cosas nuevas que traes a casa.

No me hice adicto a las copias chinas, no.
Algunas son malas, pero hay que reconocer
que otras, como este caso, son bastante
resultonas, sobre todo si uno está
dispuesto a meter mano en la pintura.
En estos meses tuve que diversificar y comenzar pequeñas colecciones nuevas: las de Legos chinos de SW, la de figuras de SW de 3 3/4 pulgadas (incluso alguna que otra trucha, como la de la foto, y algunas más a las que le eché el ojo), y cosas así. En parte porque no encuentro figuras de JLU que pueda comprar o que sienta que debo comprar (como ya comenté antes, prefiero buscar figuras diferentes y dejar de lado las variantes de variantes de variantes); en parte porque estas figuras aparecen como ofertas tentadoras que me permiten comprar rápidamente varias cosas por el mismo dinero que me costaría una sola figura de otro tipo. O sea, en lugar de ahorrar, puedo comprarme varias cositas lindas en poco tiempo.

Esto me plantea un desafío: el de no iniciar demasiadas colecciones nuevas, porque luego no tendré dinero ni espacio para continuarlas. Fue otro de los argumentos que utilicé, en mí mismo, para vender mi figura trucha de SW Black Series (que menciono luego): no tengo lugar ni dinero para seguir comprándolas porque quiero privilegiar otras figuras. Así que no aprovecho todas las ofertas y opciones que tengo a la mano: son demasiadas y dejarse llevar por el primer impulso muchas veces no es bueno para el bolsillo.

Otra cosa que tuve que hacer, en estos días, en parte por necesidad, en parte por otras cuestiones, fue la de vender varias cosas que en su momento fueron importantes para mí y que me ayudaron, en su momento, a sentirme un coleccionista, incluso cuando no lo era. Por ejemplo, dos posters enormes de las películas de El Señor de los Anillos (ya había vendido uno meses atrás, ahora vendí el otro). Invertí mucho tiempo y recursos manuales para enmarcarlos, estuvieron mucho tiempo en una de las paredes de mi pieza. Tiempo atrás dejé de tener espacio para colgarlos (en su lugar había puesto otros posters, de SW, más pequeños), y los guardé.

Pero como no tenía sentido tenerlos así, decí venderlos en estos meses en donde necesitaba dinero. Lo mismo hice con una copia china de una figura de SW de la Black Series. Aunque aquí la cosa fue diferente: no me gustó la calidad de la figura, y decidí que si el día de mañana tenía dinero, compraría mejor los originales. Y si no, a la mierda, no me hacían tanta falta: me interesan más los de 3 3/4 de pulgadas.

"¡No me vendas!"
Y así vendí también otras cosas de menor importancia, aunque en realidad ninguna me dolió demasiado, y con el dinero reunido puedo darme otros lujos.

La cuestión "dolorosa", que me llevó a esta reflexión, fue otra. De nuevo estuve a punto de vender un Batman de la JLU (la variante más común, la más fácilmente recuperable). Finalmente no encontré comprador y al final los problemas financieros se esfumaron, pero al sacar la figura de la vitrina y tomarle fotos realmente me dolió un poco la decisión.

Mi copia es una figura impecable en todo sentido, sobre todo en la pintura (la anterior tenía varios defectos). De pronto se quedó ahí mirándome como diciendo "nunca encontrarás a otra igual que yo". Súbitamente aprecié mucho más cómo estaba diseñada y elaborada, y agradecí no tener que venderla. Dejó de ser "esa variante fácil" para ser "esa figura que no quiero vender, aunque pueda recuperar".

Otro tanto me pasó con mi batimóvil. Siempre quise tener uno, pero cuando era chico resultaban caros y no podía comprarlos. Cuando salió Batman Begins, el trumbler me encantó, y como en ese momento empecé a verlos a buen precio, aproveché la oportunidad. Para cuando salió The Dark Knight, me hice con un hermoso batimóvil, sin figura pero que por mucho tiempo fue una de esas figuras que, aunque no están en una colección, son como el eje, una de esas cosas que destacan y llaman la atención.

En estos meses, sin embargo, comencé a cuestionarme su posesión, en parte porque no tengo un buen lugar donde lucirlo, en parte porque necesitaba dinero (muchas malas coincidencias juntas). Estuve casi a punto de venderlo: tenía un posile comprador e incluso averigüé cuanto saldría comprar uno nuevo, porque si lo vendía quería saber que tenía la posibilidad de comprar otro el día de mañana. Por suerte la situación económica se solucionó y no tuve que venderlo, pero llegar a ese punto, como con el Batman, me hizo valorar más esta pieza de mi colección. Es y fue mi primer batimóvil, no tengo ningún otro y difícilmente lo vendería el día de mañana, ahora que he descubierto esto. Aunque no tenga figura y no tenga donde mostrarlo bien, no puedo dejar de mirarlo cada tanto.

¿Cómo terminó el caso del autor del artículo de arriba? El hombre, luego de arrancar varias colecciones de superhéroes y de otras franquicias, decidió que era demasiado y vendió parte de su colección total, quedándose con aquellas cosas con las que realmente disfrutaba tener. Con el dinero planeaba comprar otras cosas de ese tipo, aceptando que a veces hay figuras muy buenas que no tenemos por qué comprar.

Algo de eso hay también en mi caso. Sé que no puedo comprarlo todo, y ahora acepto mucho más fácilmente que a veces hay que vender algunas cosas para poder comprar otras. A veces uno consigue figuras que no desea del todo, o que tal vez luego de comprarlas no son lo que parecen o que simplemente dejamos de quererlas. Es mejor venderlas para seguir con otra parte de la colección. El placer de la caza se da más frecuentemente si cada tanto renovamos el stock y nos sacamos de encima esas cosas que tal vez compramos sin pensar demasiado. Aunque lo mejor, creo yo, es siempre comprar muy decididos para luego no lamentarse.

sábado, 8 de agosto de 2015

Lo que va del año (parte 2)

Lo prometido es deuda, aunque haya tardado un buen rato en saldarla. Como les comenté en la entrada anterior, por ahora dejé de coleccionar figuras y cosas de la JLU, en parte porque no tengo mucho dinero, en parte porque había pocas cosas interesantes a la venta (y las pocas interesantes estaban caras). Ahora parece ser que se están encontrando figuras a precios razonables, pero será cosa de más adelante saber si puedo o no comprarlas, y qué conseguiré.

De manera que por ahora voy a ir redondeando o iniciando otras colecciones. Para no abandonar el blog la idea es ir contando un poco cómo va todo.

Arranco con un picadito: en primer lugar, la compra china del año. El clásico y querido Hulkbuster, una de las figuras "truchas" más buscadas por muchos, después de Avengers 2. Así estaba el mío cuando lo saqué del blister. Había algo suelto dentro: era el mecanismo de encendido de la luz del pecho, así que tuve que desarmarlo y arreglarlo (pueden ver el resultado en la segunda foto). Primera vez que tengo que desarmar una figura para arreglarla, una experiencia interesante.


 

Otra novedad es que comencé a coleccionar, algo tímidamente, figuras de Star Wars de 4 pulgadas. No me pude contener, sencillamente. Me terminó de convencer la posibilidad de comprar una figura muy especial: la que corresponde al primer diseño que Ralph McQuarrie hizo de C3PO, que se parece mucho al robot de Metrópolis. Como soy fan de esta película y en general del expresionismo, sentí que debía tenerla. Como estaba en excelente estado y a buen precio, la compré; el vendedor me ofreció bajar el precio si lo compraba dentro de un lote interesante, así que aproveché para comprarme un jawa muy bonito, con el que hace juego, y una más de las naves de plomo de la saga (otra de las colecciones que voy incrementando cada tanto).


Pero no me quedé ahí, cuando tuve unos pesos más, otra adición obligada: un sandtrooper. Había dos para comprar, me hice con el que más me gustó; si hubiera tenido plata hubiera comprado también el otro, que era un modelo similar pero diferente. No pude, y después lo compraron, así que así quedó la colección... por ahora.


Otro de los cambios, porque hubo muchos, está implícito en la foto de arriba. Una nueva estantería. Ya era tiempo de reorganizar, y además no quedaba espacio en la pieza. Así que, con la ayuda de un taladro y algo de ingenio, pude crear un espacio nuevo (debajo de otra estantería, para evitar un poco el polvo) donde poner varias de mis figuras. Así es como está ahora:


Esta reorganización tuvo otra parte: la de un estante de biblioteca vacío, que reacomodé casi exclusivamente para cosas de diversas líneas de Star Wars y alguna que otra cosa suelta. Como el batimóvil, que no tengo donde más ponerlo.


Eso es más o menos todo. Para finalizar y poner algo que sí tenga relación directa con mi colección de la JLU, los dejo con fotos de mis cartas de la serie. Estas venían con las cajitas felices de McDonnals hace ya unos años, dentro de unas cajas/figuras que en algún momento tal vez coleccione. Pero ahora me interesan las cartas mucho más, por las ilustraciones y toda la estética que transmiten. Por si fuera poco, tienen estadísticas que podamos usar para jugar comparando números. Me faltan varias, así que si alguien tiene para vender, que me avise.

 


viernes, 10 de julio de 2015

Lo que va del año (parte 1)

Pasaron varias cosas que me quitaron tiempo, principalmente, el trabajo. Pero tampoco puedo dejar de mencionar que tengo cuatro blogs más y que hay dos o tres que fueron muy mimados estos meses.

Ahora, con un poco más de tiempo porque empiezan las vacaciones de invierno, me doy el lujo de escribir tres, sí, tres entradas el mismo día, cada una para un blog diferente. Y como este estuvo abandonado, lo incluyo en la lista.

¿Qué anduvo pasando? Gracias al trabajo, tuve algo más de dinero, pero no me concentré mucho en mi colección de JLU. De hecho solamente compré una figura este año (hermosa, ya la van a ver) y me queda comentar una compra del año pasado.

La cuestión fue que, sin mucho espacio en la vitrina para seguir juntando, la cosa se estancó un poco. Además resulta algo difícil encontrar figuras que no tenga, sobre todo si tengo el presupuesto limitado. Así que compré otras cosas y también me puse a pensar sobre algunos temas que hacen a la colección.

Un hecho que me puso a reflexionar fue que, un día que tenía plata, fui a uno de los poquísimos lugares que venden figuras de JLU en Rosario. Encontré una tonelada de Batman, todos de modelos que ya tenía, y justo uno que no tenía (o eso creo, entré en la duda, porque hay algunos que son muy parecidos). Pero dudé en comprarlo. De nuevo, tenía el dinero, y era un modelo que había estado buscando. Pero no lo compré. Le di vueltas al asunto, terminé gastando la plata (ni siquiera pregunté cuanto valía).

La cuestión era: ¿tenía demasiados Batman? Si hasta dudaba de tenerlo o no en la colección, ¿valía la pena gastar ese dinero en esa figura? ¿Por qué no comprar otra? Mi colección de villanos está medio vacía.

En eso estuve pensando un tiempo. Y decidí que no voy a comprar más variantes. Por lo menos, no de los personajes más emblemáticos. Tengo 6 Batman, 5 Wonder Woman, 4 John Steward como Linterna Verde, 3 Superman, 3 Flash y 3 Detectives Marcianos, sin contar sus variantes malignas de los Justice Lords y de otras tierras paralelas.

Muchas veces son variantes interesantes, como por ejemplo el Detective Marciano transparente o el Batman con traje negro de Tim Burton. Pero los Superman que tengo son casi idénticos y algunos Batman son muy similares; lo mismo con los Linternas Verdes. También compré, con el tiempo, variantes de personajes no tan conocidos que estaban baratas y valían la pena por eso, como mis dos versiones de Dr. Fate, de Huntress, las 3 de Aquaman... Pero se trata de personajes que tienen un número limitado de variantes, entonces el límite está puesto.

Por ahora, entonces, me voy a limitar a comprar figuras de personajes que NO tenga, o en todo caso, variantes especiales que lo valgan por ser muy diferentes.

Más adelante les contaré algunas de las cosas que compré, que no son de la colección de JLU pero que hacen a mi coleccionismo en general, que quiero compartir. Y también, en estos días, veré de hacerme tiempo para mostrarles lo más nuevo de la colección.

sábado, 24 de enero de 2015

Vixen versión 2 y Lex Luthor 2 versión 2


Comentaba hace unos días que estaba esperando dos figuras que había comprado en 2014 pero que no me habían llegado. Lamentablemente estuvieron demoradas en casa de un amigo que ejerció de intermediario, y nunca nos podíamos poner de acuerdo para ir a buscarlas. Hace unos días pudimos y bueno, acá están.

Se trata de la segunda versión de Vixen, con sus correspondientes garras como accesorio, y la segunda versión del segundo cuerpo de Lex Luthor, también con su accesorio, una ráfaga de rayos de kriptonita.

Los parches son un extra. Más detalles abajo.

El caso de Vixen es muy particular. Hace mucho, mucho tiempo, cuando mi colección recién despegaba, tuve a mi alcance uno de los blister triples en el que salió la primera versión. Este blister venía con Dr. Fate y Hawkgirl. El problema era que yo ya tenía una Hawkgirl, y tenía también otro Dr. Fate, aunque por lo que recuerdo, era otra versión. En ese momento no era tan fanático de tener dos versiones del mismo personaje, así que me pareció algo tonto comprar ese blister por una sola figura. Encima de eso, el blister no traía bases para los personajes femeninos (algo muy necesario, aunque a veces tampoco sirvan), Y para colmo no estaba en contacto con un círculo de coleccionistas en donde revender las figuras sobrantes.

De hecho, dudé y lo pensé varias veces. Lo que me terminó de decidir fue saber que aquella figura era la versión 1, que tiene algunos defectos de pintura (es muy difusa en los bordes, salieron así de fábrica), y que para colmo no tenía accesorios. Así que la dejé pasar.

Tiempo después lamenté esto porque la vitrina estaba vacía sin ella. Es un personaje que no da para una figura muy lujosa, al menos no en esta colección. Pero en la serie Vixen es un personaje muy importante, tanto por sus poderes como por la relación que entabla con John Steward.

Fue por eso que cuando la vi disponible, me dije: "tengo que comprarla".

El asunto era que el vendedor estaba haciendo descuentos y no podía comprar más de dos figuras; de hecho si no hubiera sido por los descuentos, tal vez no hubiera comprado nada.

Pero este vendedor tenía varias figuras muy importantes, así que fue difícil elegir. Si bien tengo varias versiones de Lex, elegí esta porque venía con el accesorio, y también porque todas las versiones de este villano que he visto están excelentemente bien hechas, tanto en pintura como en escultura. Esta no decepciona, tampoco.

Como puede verse en las fotos, es el mismo Lex de siempre. ¿Qué me hace comprarlos? Es que la aplicación de la pintura es excelente, y este, aunque es algo parecido a una versión que ya tengo, tiene un diseño del traje muy interesante, con todo ese negro y cambia el color de las correas del arma. Además, el accesorio me atrajo, ya que no lo tengo para ningún otro de mis Lex Luthor. Los cuales ahora ocupan ya toda una columna de mi estantería de villanos.



Como todas las otras versiones de Lex, esta se puede mantener de pie sin problemas. Algo que no puedo decir de la siguiente figura.

Con respecto a Vixen... me ENCANTA. Tal como había leído en una reseña, se le pueden achacar dos cosas: tiene el pelo algo raro, y es cabezona. Pero es un detalle menor, para mí. El diseño es sencillo, es el mismo cuerpo femenino de siempre, pero en esta versión la pintura del traje es muchísimo mejor y su collar y cinturón se ven claramente. 

Algo que me llamó la atención, gratamente, es el accesorio. No se engarza en las manos semiabiertas de la figura (no podría hacerlo en la izquierda, que está cerrada) sin que se adapta perfectamente a la forma exterior de la mano. Cuesta apenas un poco sacarlas y ponerlas, pero se hace fácilmente. El vendedor fue tan gentil que la mandó así, para que no se perdieran.



Es una figura que como conté, en otro momento no me atrajo lo suficiente como para gastar algo de dinero en ella pero ahora me alegro de haberla comprado. Lamentablemente no pude hacer que se mantenga de pi, y ya lo descarto como imposible. Intenté con una base oficial pero aparentemente el pincho de la misma es muy grande y la "eyecta". Mala suerte, tendré que hacerle una base apenas pueda.

Las dos figuras están perfectas tanto de pintura como de articulaciones, y se nota que fueron sacadas de la caja sólo para su venta. El vendedor fue tan bueno que hasta envió los cartoncitos que identifican a los personajes. Lo cual me dio la idea de usar los míos en la vitrina, ya que tengo muchos, y ver si puedo fabricar otros para los que compré sin blister.

No podría estar más contento de empezar así el año. De nuevo perdí la cuenta de las figuras que tengo, así que a volver a contar... incluyendo estas.

La yapa la constituyen los dos parches que ven en la primera fotografía. Hace tiempo que los veo en una comiquería; no son oficiales pero son muy buenos. Como faltan los de Superman y Batman, y hace tiempo que el dueño no puede conseguir más, los está poniendo en liquidación. El mismo día en que fui a buscar las figuras me encontré con ellos, y me salieron casi gratis. Fue un día perfecto para coleccionar.

Los dejo por ahora, esperando tener más tiempo en febrero para ponerme al día con las reseñas. No se ofendan: ni se imaginan cómo está la vitrina. Tengo mucho trabajo ordenando.

miércoles, 7 de enero de 2015

Lo que trajo 2014

En uno de los grupos de Facebook en los que estoy como coleccionista, se corrió el pedido de mostrar, antes de fin de año, lo que cada uno consideraba lo mejor que se había conseguido en 2014.

Aunque yo lo hice para esa fecha, aprovecho ahora que es el día del coleccionista (sí, el día después de Reyes :) ) para mostrar lo mismo acá.

Obviamente, la gran mayoría de las cosas que resaltan en mis resultados son figuras de JLU, así que allá vamos:

  1. Micron y Aquagirl, dos figuras que ya fueron reseñadas en el blog hace un tiempo.
  2. Rocket Red completo en blister. Así comencé el año, con una figura rara de conseguir con accesorios, y encima la encontré a un excelente precio. Falta reseña.
  3. Batman al estilo clásico. También a buen precio, una figura que pensé que nunca podría encontrar, llegó facilmente. Otro al que le falta reseña.
  4.  Aquaman clásico. Aquí quedó justo junto a su hija... No había visto ese detalle. También es una figura que pensé que nunca podría conseguir. Lo curioso es que por una confusión durante la venta online, pensé durante varias horas que alguien ya la había comprado. Pero después me entró la duda, miré con más atención la publicación y no, estaba disponible!!! Así que lo compré enseguida. Ahora quiero conseguirle un tridente para que no esté tan solo. También falta reseña.
  5. Doomsday lava version. Sí, esa gran masa roja. Es lo único que pude comprar de un vendedor con el que tuve algunos problemas de comunicación, pero que en general tenía excelente stock y precios algo... fluctuantes. Bueno, en realidad también le compré una figura de Vandal Savage (de los dos faltan reseñas y van...). Pero esta es mucho más impresionante y es un hito en la colección. Es la primera que compro que me sale más de 200 pesos, según recuerdo, aunque algunas han estado cerca (si contados envío y al comprar de a muchas). Aunque tiene algunos detalles, creo que fue LA compra del año, la mayor y la mejor, por muchos motivos. Es un pedazo enorme de figura, en todo sentido, es enorme y maciza, y puede tomar a un Superman de igual a igual.
¡Mátalo! dice Vandal Savage.
Bueno, eso es todo con respecto a los JLU. El resto es un poco de todo: dos hallazgos en materia de vehículos en miniatura (un helicóptero policial y un tanque camuflado, tengo otro con pintura desértica), y una de las Tortugas Ninja simil NECA (los originales, gracias al tema de importaciones, son carísimos y prácticamente inconseguibles; estos son prácticamente idénticos). Mi idea es completar, con tiempo, a las cuatro, pero empecé por Donnie que es mi personaje favorito.

Quedan en el tintero muchas, muchas reseñas. Pero también comentarles, más adelante, sobre las dos figuras que compré el año pasado y que no llegaron a la foto: Vixen y una variante de Lex Luthor. Están en la casa de un amigo, que las recibió para ahorrar envío, y pronto las tendré en mis manos. Muchas, muchas ganas por empezar el año coleccionando JLU.