jueves, 27 de julio de 2017

El coleccionismo en la Argentina del 2017

Arranqué a coleccionar figuras, si mal no recuerdo, allá por 2010 o 2011. Así que no puedo comparar con lo sucedido muuuuchos años atrás, pero sí con esta media década.

Durante mucho tiempo, los problemas de la Aduana y el cierre de importaciones hizo que en Argentina no se pudieran comprar figuras en el extranjero, o fuera muy difícil hacerlo. Se encarecían mucho por los trámites, a veces no llegaban, y en los comercios lo que había era carísimo y escaso. Yo en esa época arranqué solamente con JLU, que compraba de vendedores nacionales a través de Mercado Libre, pero lo noté en cuanto quise comprar algunas cosas particulares.

Este año lo arranqué con algunas cuestiones diferentes. En primer lugar, con una colección de SW en crecimiento, y con muchas ganas de arrancar MOTUC. En segundo lugar, con algo más de dinero, pero también con mucho espacio y con la competencia, por ese dinero, de muchas colecciones de comics importantes (Marvel, DC y Star Wars). Así que pronto comprendí que tenía que hacer compromisos.

Estos compromisos fueron los siguientes: en primer lugar, y más importante, vender cosas. Fue así que, ya a fines de 2016, empecé a vender comics que no me interesaban mucho, luego libros que estorbaban en mis bibliotecas, luego otros comics... en 2017 llegué finalmente a vender figuras, a ofrecer muchas cosas, entre algunas casi nuevas y otras que tenía guardadas desde la infancia y que sinceramente no estaba disfrutando, ni exhibiendo, ni nada. Cosas con las que no tenía ya apego emocional.

Y ahí empecé a ver algo particular. Para los que no conozcan la situación actual de Argentina, estamos saliendo de un período de inflación muy alta, que se desaceleró pero sigue siendo muy alta, sumado a que la economía se está enfriando porque hay despidos, poco comercio, pocas ventas, etc. En este contexto, resulta normal que muchas personas vendieran a precios muy conservadores. El año arrancó con precios muy buenos, lejos de las locuras especulativas que muchos tuvieron hasta el año pasado, en el que hasta las cosas más raras e invendibles eran ofrecidas a precios ridículos. Esto, sumado a que ahora la Aduana y los importadores se manejan de otra manera, hizo las cosas más fáciles para muchos como yo. Y por eso, como tenía plata, compré y compré.

La cuestión es que seguí vendiendo cosas, tanto por falta de dinero como por falta de espacio. Muchas veces usé el dinero de la venta de un comic para comprar otro comic, o la venta de dos figuras para comprar otra, en parte o totalmente. Pero empecé a tener problemas. Muchos potenciales compradores me dejaron colgado, dejaron de responder mensajes. Así tuve que republicar ciertas cosas varias veces, dos o tres, o cuatro incluso, siempre manteniendo el precio o retocándolo un poco, para atraer compradores, pero buscando un precio justo para ambos. No voy a regalar mis cosas.

Fue así que entre otras cosas puse a la venta algunas figuras de SW y de JLU (como ya comenté antes en el blog, principalmente, variantes). Al constante problema de la gente irresponsable, que evidentemente oferta sin tener el dinero y no tiene la cara como para decírtelo, se sumó el de personas confiables (que ya me han comprado antes) que me reservan una figura pero luego no pueden pagarla porque ellos, a su vez, tienen figuras reservadas por otras personas que tampoco tienen dinero para pagarlas. Es decir, una cadena de pagos rota ya desde el comienzo: como mi comprador no cobra una venta, o se la demoran, él no me paga a mí y yo a su vez tampoco dispongo de ese dinero para otra compra. Una demostración fehaciente del enfriamiento de la economía, ya desde el coleccionismo.

Y no es algo que solo yo haya experimentado. Al hablar con mis compradores y con otros coleccionistas, varios me han expresado que les pasa lo mismo: por un lado, gente irresponsable que desaparece y no responde mensajes (se ve que se han reproducido en los últimos meses) y por otro lado personas que reservan o que expresan deseo en comprar algo pero que se quedan cortos y demoran en pagarte. Algunos, los peores, te dan vueltas y vueltas y buscan rebajas absurdas (a mí me han pedido 30% de descuento sin ningún motivo); los peores peores encima te hacen perder el tiempo yendo a ver la figura y haciéndote mil preguntas (no me pasó, pero me lo han comentado). Todos los "entrevistados" coinciden en que esto no era algo habitual el año pasado, sino algo que ahora se ha agudizado mucho.

Lo peor es que los buenos precios siguen estando, pero las tarjetas ya no dan para más y yo tengo que ahorrar mucho para otros proyectos personales. Así que tengo que recortar, terminando de pagar algunas cuotas y cosas reservadas, pero por precaución no quiero meterme en más cuotas o cosas así sin antes tener vendidas las cosas más caras (que como ya dije, ya republiqué tres o cuatro veces, porque las reservan, me hacen dar vueltas por un mes o algo así, desaparecen, luego aparece otro, me hace lo mismo, etc.). Hice la cuenta y si bien ya vendí algo así como un tercio de todo lo que fui poniendo a la venta (a veces teniendo que rebajarlo un par de veces, pero es lo que hay, y reconozco cuando calculo mal el precio de algo, porque el mercado cambia rápidamente), si vendiera los otros dos tercios obtendría... ¡¡mucha plata!! Muchas figuras de SW, tal vez dos o hasta tres de MOTUC, con algo de suerte.

Como digo, lo lamentable es que esto no es algo que me pase solamente a mí, sino a varias personas que conozco, y seguramente a muchas que ni conozco. Todos bajan los precios, pero no hay plata para todo, especialmente con tantas colecciones de comics y figuras que ahora vienen con los diarios o en los puestos de revistas. Está todo planchado, como dicen. Una pena, porque cuando la cosa mejore, los precios seguro suben y ya no se van a poder aprovechar. Pero bueno, es lo que hay.

Si quieren, dejen sus comentarios y opiniones.

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