Como comenté en una entrada anterior, esta colección de figuras tiene dos principales problemas. En primer lugar, muchas figuras tienen los pies muy pequeños o en posiciones que dificultad su estabilidad. En segundo lugar, que las bases plásticas que garantizan su verticalidad sólo vienen en los blisters con personajes femeninos.
En EEUU se consiguen paquetes de 25 bases a 12 dólares, vendidos por Mattel, el fabricante de las figuras, pero estos son difíciles de conseguir fuera de este país. Además, debido al cambio, muchas veces no se justifica la compra.
Es por eso que luego de mucho meditar el asunto decidí plantearme seriamente la construcción de bases para las figuras de mi colección. Motivado además por mis ganas de hacer manualidades (heredé algo de habilidad y de interés en esto de varios de mis familiares), me puse ante todo a considerar todo tipo de materiales y diseños.
El plástico quedó descartado, en gran medida porque si bien podía conseguir piezas de tamaños similares, no eran de la misma calidad que las bases originales. Descarté inmediatamente una opción muy burda, leída en un foro, la cual implicaba pegar con silicona la figura a un cuadradito de vidrio grueso. No sólo la inmovilizaba, sino que podía dañarla y si se caía, hubiera sido un desastre.
De manera que rápidamente viré hacia la madera, particularmente al fibrofácil. Para el que no lo conozca, se trata de un material hecho de finísimas hebras de madera procesada, pegadas entre sí con adhesivo. Mi experiencia previa con este material me indicó que sería perfecto: es duro como la madera real, pero se puede cortar con un cutter o trincheta, y además es más liviano que la madera.
Una vez solucionado esto, el problema principal era qué usar como "pincho" para encastrar en los agujeros que la mayoría de las figuras tienen en los pies. Tenía que ser una de dos: metal o madera. Pensé en utilizar clavos o tornillos que salieran del otro lado y cortarlos para lograr el largo deseado, pero me encontré con un problema más: todos los tornillos y clavos que tengo son más gruesos que los agujeros de las figuras.
Probé todo tipo de varillas de metal, hasta que encontré la pieza ideal: escarbadientes. Si se fijan, verán que calzan perfectamente en todas las figuras.
Bueno, ya conté bastante. Para la próxima verán un ejemplo del primer prototipo de base que creé, para una figura que era imposible mantener de pie debido a un defecto de fábrica. Ahora es una de las partes centrales de mi colección. Después iré contando, paso a paso, la construcción de una de estas bases, y cómo las hago interactuar con cada figura.
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