Como ya comentaba el otro día, tenía muchas ganas de volver a la fabricación de las bases de madera que diseñé para las muchas figuras que se caen. Esta tarde hice cinco en una hora, más que nada complicado porque había perdido algo de habilidad y porque me tomé un pequeño descanso. ¡Hace mucho calor!
Las cinco quedaron mejor de lo esperado, y ahora las figuras están firmemente atadas a tierra. Así que no puedo quejarme.
Viendo cómo pasaba el tiempo me puse a pensar en cómo he cambiado. Cuando era pequeño tenía ganas de hacer maquetas de tanques y aviones de guerra, pero tenía muy poca paciencia, me aburría, se me iban rápidamente las ganas. Hoy estuve una hora clavando, atornillando y lijando, con calor y teniendo muchas cosas importantes y algo urgentes para hacer. Pero necesitaba una válvula de escape, salir de la pieza, dejar de mirar la computadora, ensuciarme un poco las manos y todo eso.
En otros momentos esto hubiera sido una locura.
Espero seguir teniendo tiempo en estos días de diciembre para hacer algunas bases más, y para mejorar las que ya están hechas. También, claro, para escribir más en este blog y contarles muchas cosas que tengo guardadas.
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