Un mes exacto sin publicar nada nuevo. Es tiempo de ponerse al día y a lo grande, con algo que tendría que haber publicado en varias entradas, pero que ahora va todo junto, para compensar.
¿Cuál es el mayor enemigo de nuestras figuras? Los niños, dirán muchos. Pero aunque esto pueda ser cierto, en verdad, no hay niños en todas partes. Lo único que es imposible de evitar en un planeta llamado Tierra es eso, justamente. El polvo. Así que apenas pude me puse a pensar en formas de evitarlo.
Pero con pocos recursos y espacio, el año pasado tuve que ponerme inventivo. Lo que surgió fue la primera estantería dedicada a la colección. Para ello partí de una curiosa estantería de madera algo endeble, que tenía desde que remodelamos la casa.
La estantería en cuestión era una pieza larga, con tres divisiones muy altas. Estaba empotrada en la esquina de una pared que se cortaba, para delimitar una escalera. Como esa pared se demolió, la estantería quedó libre y decidí guardarla, sin saber bien para qué la usaría. Lo único que hice fue añadir más estantes, pegándolos con cola de carpintero, ya que la madera era muy delgada y no aceptaría clavos. Lamentablemente no tengo fotos de ese momento pero espero que se hagan una idea cuando vean las fotos.
Vi entonces que las figuras de la JLU entraban muy bien, por la altura, y que cabían tres figuras convencionales por estante. Sin embargo, el único lugar que tenía disponible estaba al borde de una ventana. ¡Iba a llenarse de polvo! Pero tenía, como ya dije, mi inventiva.
Al reacomodar mi pieza encontré muchas cajas de CDs y DVDs en mal estado: rotas o muy rayadas. Además, muchas simplemente sobraban, porque había tirado el contenido. Y como las tapas de esas cajas eran algo más grandes que las estanterías, se me ocurrió que podía improvisar unas puertas deslizables usando las partes de atrás de las cajas y fragmentos de las tapas, que tienen guías para los librillos de los CDs. Así que manos a la obra: tenía que probar el concepto para ver si era realizable.
Empezamos disponiendo todo lo necesario: las cajas de Cds, una tabla de madera para poder cortar, una lija para suavizar los cortes, una regla para marcar y el cutter o trincheta.
Con el cutter cortamos en dos cada tapa, para luego cortar a su vez lo que sobra en los costados. La estantería es más angosta, así que tuve que quitar medio centínetro de cada lado. Esto es necesario, además, porque las tapas tienen topes para evitar que se caigan los librillos, y estos impedirían el deslizamiento de la puerta.
Lo siguiente era cortar las puertas de acrílico de la vitrina. Para esto usé la parte trasera de las cajas de CDs. Para esto hay que desmontar totalmente la caja. Una cuestión a tener en cuenta: hay que elegir cajas que tengan limpia esa parte, que es muy propensa a rayarse. De otra manera la puerta no dejaría ver bien el interior y daría mal aspecto. Por esta causa tuve que descartar varias cajas.
Una vez cortadas las dos partes, elegí el estante de más abajo para la prueba del concepto. Pegué con cinta adhesiva las guías, que antes habían sido medidas y cortadas para que cupieran adecuadamente. Nótese que todavía no les recorté el sobrante superior e inferior. Debía medir bien cómo calzaba la puerta deslizante, para no cortar de más ni de menos.
Una vez visto que las puertas cabían adecuadamente en altura, tenía que medir y cortar en ancho. Mi idea era que una de las puertas fuera apenas más chica, para que la más grande la mantuviera en su lugar. De esta forma el polvo no entraría y sólo habría una forma de abrir la vitrina: quitar primero la puerta "maestra", que bloqueaba a la segunda.
Como había calculado, todo salió bien. Una vez cortadas las dos puertas, dispuse las tres figuras elegidas como puede verse en la foto. De esta manera todas eran adecuadamente visibles, gracias a cómo había diseñado las bases.
Entonces llegó la siguiente fase: construir estas vitrinas para la estantería, normalizando la producción de piezas. Para pegarlas a la madera, elegía utilizar silicona caliente, que trajo buenos resultados:
En estas dos fotos anteriores se puede ver cómo quedan los componentes mientras se los instala. El hecho de que las cajas de CDs tengan ranuras al costado facilitó la adherencia de la silicona. No es una vitrina a prueba de todo, pero tiene la resistencia suficiente para lo que se le pide.
Como era de esperar, aquello fue un lío de grandes proporciones. Había que encontrar suficientes cajas para todas las estanterías, pero como la idea era reciclar cajas viejas y no comprar nuevas, tenía que buscar algunas que estuvieran en mal estado, para poder cambiarlas por las que estaban en mejores condiciones, destruyendo las gastadas. Afortunadamente como las guías usaban la parte del costado de las cajas, podía descartar el centro, que a veces estaba muy sucio y rayado.
Esto que verán en las fotos me tomó varias semanas de largo trabajo de corte, lijado de bordes, mediciones y todo tipo de pequeños problemas. Aquí pueden ver cómo fue creciendo la estantería, de abajo hacia arriba:
Con seis estantes, cada uno con capacidad para tres figuras, mi primer idea había sido poner a toda la JLU en esta vitrina, aprovechando el hecho de que tenía varias versiones de cada personaje. Sin embargo, los miembros de la liga son 7, de algunos tenía más de tres versiones. Así que decidí que iba a poner solamente personajes de Batman: aliados y villanos. Cada nueva vitrina albergaba a tres más:
La adición del Joker con su malévolo instrumento de muerte marcó una rotura en la norma, ya que no entra otra figura en ese estante.
Sin embargo, para cuando llegué a esta altura y comencé la fabricación del estante inmediatamente superior, las condiciones de la colección habían cambiado. Estaba cerca la instalación de una nueva estantería, que iría pegada a esta, en donde podría poner más figuras (contaré la historia de esta otra estantería, la segunda, en otra entrada).
Además, encontré un problema inesperado: el último estante es apenas más grande que los demás (recuerden que su construción y remodelación fue improvisada, antes de tener en cuenta para qué la usaría exactamente). Es apenas más alto que las tapas de los CDs, por lo que la puerta deslizable quedaría bailando, según las mediciones que hice. Mientras trataba de solucionar este inconveniente, encontré algo más: la solución definitiva al problema del polvo en la colección. Un mueble nuevo.
Pero la larguísima historia de este nuevo miembro de la familia tomará más tiempo y es una de las razones por las que recién ahora puedo contar la historia de la primera estantería.
Mientras tanto los dejo con la primera estantería según está actualmente. Nunca la he abierto, las figuras están en perfecto estado y como pueden ver el diseño impide que se junte polvo en cualquier parte. Y aunque no tiene mucha luz (tal vez su único defecto), lo cierto es que la luz natural de la calle es suficiente, mientras la artificial la suple generalmente.
Pero bien, dejo de hablar y los dejo con ellas:
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